viernes, 15 de junio de 2018

Disonancias.

Denis Diderot


Él.— ¡Oh!, no temáis nada - me dijo -. El punto importante, la difícil cuestión de la que un buen padre debe ocuparse fundamentalmente no es proveer a su hijo de vicios que le enriquezcan, ridiculeces que lo hagan precioso a los ojos de los grandes; eso lo hace todo el mundo, si no sistemáticamente como yo, sí al menos con el ejemplo y la lección; sino indicarle la justa medida, el arte de esquivar la vergüenza, el deshonor y las leyes. Son disonancias en la armonía social que hay que saber localizar, prevenir y evitar. Nada es más aburrido que una sucesión de acordes perfectos. Es necesario algo que destaque, que desbarate el haz y que extienda los rayos.

Denis DiderotEl sobrino de Rameau. Ediciones Cátedra. Madrid, 1985.

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