martes, 9 de octubre de 2012
Espazos sonoros.
Nestes días está tendo lugar unha nova edición do ciclo de obradoiros e concertos Espazos Sonoros. Pódese acceder á programación clicando eiquí.
Etiquetas:
Espazos Sonoros
,
eventos
sábado, 6 de octubre de 2012
¿Son todavía los Beatles más grandes que Jesuscristo?
Jesucristo (rojo) vs. The Beatles (azul). En el gráfico se compara el número de titulares en prensa digital desde 2004 hasta la actualidad. Fuente: google trends.
Etiquetas:
Jesucristo
,
The Beatles
sábado, 15 de septiembre de 2012
miércoles, 12 de septiembre de 2012
domingo, 9 de septiembre de 2012
El despreciador despreciado (1)
Leo lo siguiente en una columna llamada
Confidencias
Pop de la web de El Confidencial:
«En CT o la Cultura de la Transición (Ed. Debolsillo) el periodista Víctor Lenore escribe que "los madrileños Camela, rumba multiplatino, fueron ninguneados durante años por la prensa y por la industria seguramente porque sus discos reflejaban una España poco fashion, cool y europea". Camela serían, pues, un buen ejemplo de cómo la cultura más popular está siendo despreciada por los medios de masas.»
Sin embargo, allí dónde todavía
sobrevivan espacios televisivos de «variedades», su audiencia tendrá una opinión distinta. Por ejemplo, en un programa de la
televisión autonómica gallega como Luar, posiblemente uno de los
cantantes más apreciados haya sido El Fary. Actualmente artistas
como Camela o Pimpinela podrían liderar el ranking de número
de apariciones, y es algo a tener en cuenta en un análisis como el
del artículo citado, ya que se trata de un espacio que lleva veinte
años en antena liderando la cota de pantalla de la noche de los
viernes en Galicia, es decir, un auténtico fenómeno de masas.
Pero esto no es algo exclusivo de los
canales autonómicos. Hace unos días vi una entrevista a Dioni -
integrante de Camela - en el programa de
María Teresa Campos, que podrá ser considerada cualquier cosa menos
una presentadora que hace televisión para minorías. Más ejemplos: en medios
masivos como la emisora Los 40, la presencia de artistas como Camela
no creo que pueda ser considerada como testimonial; eso por no hablar de Radio Teletaxi -
acabo de abrir su web y me topo con Estopa, El Barrio, Isabel Pantoja
y Pablo Alborán –, cuyo festival homónimo, que se celebra hoy en Isla
Fantasia de Vilassar de Mar (Barcelona) y que cuenta con
la participación de Salvador Beltrán, Juan Magan, Los del Río,
Rosa López, Merche, Joana Jimenez, Bustamante, India Martinez, Andy
& Lucas, Melocos, El Arrebato, Pastora Soler y otros, viene
batiendo desde hace años records de asistencia, con ediciones en las
que se han llegado a reunir cerca de setecientas mil personas.
Sea o no más que una impresión sacada de
mi experiencia como televidente y radioyente, creo que
no se puede afirmar que artistas como los citados por Lenore y
Hernández sean despreciados por los medios de masas. Lo son, sí, por
medios especializados - medios que a su vez son ignorados por las
masas -, pero es que no los necesitan para su supervivencia, a la vista
está.
(ir a la segunda parte)
(ir a la segunda parte)
Etiquetas:
Camela
,
El Fary
,
Luar
,
María Teresa Campos
,
Radio Teletaxi
jueves, 6 de septiembre de 2012
Cervantes y Palestrina. Elogio de la sencillez
En el capítulo XXVI de
Don Quijote de La Mancha, ese en que los «titereros»
presentan su retablo, Don Mariano aconseja al joven trujamán,
«declarador de sus maravillas», no irse por las ramas en la
exposición:
Muchacho, no te metas en dibujos, sino haz lo que este señor te manda, que será lo más acertado; sigue tu canto llano y no te metas en contrapuntos que suelen quebrar de sotiles.
Dice Adolfo Salazar en su
estudio sobre la música en la obra de Cervantes que éste «no se
interesa por sus grandes contemporáneos en el arte musical», y que
«no muestra gusto ni inclinación en ninguno de sus escritos por
adentrarse en las zonas de cierta elevación en la música de su
siglo, que es, justamente, el siglo de oro de la música española.»1
Con todo, la admonición
de Don Mariano – sentencia moral que pareciera
tomada de las Meditaciones de Marco Aurelio -, podría ser eco de la polémica con respecto a la música que tuvo lugar durante
el Concilio de Trento (1545 - 1563), cuando algunos obispos
contrarreformistas insistieron en limitar el uso de la polifonía en
la liturgia a fin de que el texto fuera inteligible.
«Según una leyenda que
empezó a circular poco después de su muerte, Palestrina salvó a la
polifonía de su condenación por el Concilio de Trento, al componer
misa a seis voces de espíritu reverente, pero en la que no se
ocultaba el significado de las palabras. La obra en cuestión fue la
Misa del Papa Marcelo, publicada en 1576»2.
Palestrina, por tanto, lejos de renunciar a la polifonía, lo que
hizo fue reformarla dotando a
sus obras de «una cualidad casi igual a la del canto gregoriano,
influencia sin duda de los cantos llanos parafraseados a menudo en
sus misas y motetes. Las frases melódicas del primer Agnus Dei de la
Misa del Papa Marcelo,
son características: frases de aliento amplio, rítmicamente
variadas y fácilmente cantables, que trazan una curva natural y
elegante. Las voces se desplazan por grados conjuntos, con pocas
notas repetidas.»3
De
este modo, la música de Palestrina podría considerarse una síntesis perfecta de
esas dos técnicas que opone Cervantes por boca de Don Mariano y que
será presentada en el siglo XVII como ideal del stile
antico o prima
prattica.
1.
Adolfo Salazar. La música en Cervantes y otros ensayos.
Madrid, Insula, 1961.
2
y 3. Donald J. Grout, Claude V. Palisca & J. Peter Burkholder.
Historia de la música occidental.
Madrid, Alianza Editorial, 2008.
Etiquetas:
Adolfo Salazar
,
Don Quijote
,
Marco Aurelio
,
Miguel de Cervantes
,
Palestrina
martes, 14 de agosto de 2012
Ceremonia de la confusión
Ayer terminaron los juegos de Londres 2012. La ceremonia de clausura no defraudó y fue tan aburrida como la de ediciones pasadas. Merece la pena destacar los desatinos vocales de Liam Gallagher, que superaron con creces los del cantante de Arctic Monkeys en la gala inaugural. También habría que reseñar la actuación de Muse, que pulverizó el registro alcanzado con Mr. Bean en nuestro carcajómetro, plusmarca, hasta entonces, en estos fastos olímpicos.
Escudriñando en los foros de algunos medios digitales, busqué comentarios sobre el evento. Abundaban las referencias a los Juegos de Barcelona 92 y los, posibles, de Madrid 2020. Tras el trabajo de campo «etnomusicológico» y sin abandonar el característico trazo grueso de muchas de las entradas de este blog, concluí que la idea más común entre el respetable era que Gran Bretaña tenía unos músicos de impresión y que España a su lado era una absoluta porquería. No quedaba otra que incar la rodilla, reconociendo la superioridad de los Muse, Fatboy Slim, Spice Girls, etc.
Barcelona 92... ¿Cómo olvidar la ceremonia final, con el escenario a punto de caerse mientras Los Manolos rumbeaban a todo trapo? Vinieron a mi cabeza imágenes en blanco y negro de Peret, con su mítico ventilador, y la música de los Amaya sonando en la radio a mediados los 70. La rumba estaba por todas partes. Fueron años de esplendor para este ritmo gitano a los que siguió un periodo de olvido, que volvió tras el exitoso lapso de los noventa, circunscrito al fenómeno de las canciones del verano. ¿Qué había pasado durante ese interregno de casi treinta años?
La pregunta me llevó a un disco que escuché mucho hace tiempo, una recopilación hecha por un músico y pinchadiscos barcelonés llamado Txarly Brown: Achilifunk, un preparado a base de rumba - y congéneres - de alto octanaje. Los ingredientes van del rare groove que es El Garrotín de Smash al Sonido Caño Roto de Los Chorbos, incorporando clásicos barceloneses como Chacho o Gato Pérez. Dos años después, en 2009 y editado también en el más que recomendable sello Love Monk, salió una secuela llamada Más Achilifunk, esta vez con bandas del presente ocupadas en revitalizar el género.
Entré en la web de Love Monk y, casualmente, en la reseña del disco, encontré un texto que alude directamente a muchos de los mensajes que había leído horas antes, comentando la gala de clausura de los JJ.OO. y que remiten a ese endémico e injustificado desprecio hacia la música que se hace en España, particularmente a la que no se busca en el espejo anglosajón:
En 2007 "Achilifunk", un recopilatorio + libro seleccionado y escrito por Txarly Brown, fue lanzado con gran éxito de la crítica tanto en España como en el resto del mundo. "Achilifunk" fue una sorpresa que abrió los ojos de muchos, sobre todo en España, donde, por razones de edad, hipsterismo ridículo o cualquier otra excusa, la gente no asocia la palabra rumba con Barcelona, funk, disco, salsa, así como muchas otras cosas, tan diversas como interesantes y enriquecedoras. Las críticas fueron increíbles y la compilación incluso fue elegida como uno de los mejores discos de 2007 por la revista británica Wire, que fue el empujón que algunos de los medios de comunicación españoles orientados a los enteradillos necesitaron para abrazar "Achilifunk".
El proyecto que empezó Txarly Brown continúa en la actualidad en la Banda Achilifunk, grupo barcelonés que integra a muchos de los músicos que aparecen en Más Achilifunk y que encarna a la perfección esa síntesis flamenco-groove que está en el núcleo de esta vuelta de tuerca a la rumba.
El primer corte de su disco Gitano real es Cocos, canción que versionaron ya en su momento los propios Amaya y que fue escrita por Bobby Valentin, cuya grabación para Fania es difícilmente superable. El perfil que dibujan Los Amaya, Banda Achilifunk y Bobby Valentín es el de un continente que tiene como capitales a La Habana, Barcelona, Miami, San Juan, Nueva York, Cádiz, etc. y que corresponde al gran legado de la música hispanoamericana, tantas veces maltratado o directamente ignorado en nuestro país. Hay, pues, que agradecer la labor de gente como Txarly Brown, Fernando Trueba, Santiago Auserón o de Luis Lapuente, quien despertó mi interés por el soul gitano al incluir entradas sobre Aurora o El Luis en su imprescindible Historia-Guía del Soul.
Treinta años son una eternidad, ¿por qué esperar a Ry Cooder, David Byrne o a los enteradillos de Wire cuando los propios Amaya nos señalan el camino?
Treinta años son una eternidad, ¿por qué esperar a Ry Cooder, David Byrne o a los enteradillos de Wire cuando los propios Amaya nos señalan el camino?
Etiquetas:
Achilifunk
,
Aurora
,
Auserón
,
Banda Achilifunk
,
Bobby Valentin
,
Chacho
,
El Luis
,
Fania
,
Gato Pérez
,
Liam Gallagher
,
Los Manolos
,
Los Amaya
,
Los Chorbos
,
Love Monk
,
Luis Lapuente
,
Peret
,
Smash
,
Trueba
,
Txarly Brown
martes, 31 de julio de 2012
Parodia
Recientemente
el CSIC ha publicado un estudio que da cuenta de una creciente
previsibilidad melódica en la música pop.
El trabajo ha sido desarrollado por Joan Serra, Álvaro Corral,
Marían Boguña, Martín Haro y Josep Ll. Arcos. Esta es la nota de
prensa difundida por el CSIC:
La música es cada vez más previsibleEl CSIC ha analizado casi medio millón de canciones
Las canciones compuestas en las décadas más recientes tienden a parecerse más entre ellas que las antiguas, según revela una investigación liderada por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). El trabajo, que ha analizado 464.411 canciones, ha sido publicado en el último número de la revista Scientific Reports.Según los parámetros analizados, las transiciones entre los grupos de notas han disminuido de forma continua durante los últimos 55 años. El investigador del Instituto de Investigación en Inteligencia Artificial del CSIC Joan Serrà, que ha dirigido el trabajo, explica: “Estos parámetros musicales en las canciones son como las palabras de un texto y hemos observado que cada vez hay menos palabras diferentes”. Dada una nota musical, es relativamente más fácil predecir cuál será la siguiente en una canción actual.Del mismo modo, las composiciones musicales más recientes también presentan una menor diversidad de timbres y tienden a interpretarse con los mismos instrumentos. Joan Serrà opina que “en la década de los 60, por ejemplo, grupos como Pink Floyd experimentaban mucho más con la sonoridad que ahora”.Otra de las tendencias es el aumento paulatino del volumen intrínseco al que se graban las canciones. Este volumen es independiente del que cada usuario puede seleccionar para reproducirlas posteriormente. Según el investigador “hasta ahora, este efecto, largamente comentado, no se había podido comprobar empíricamente a gran escala.”Los resultados de la investigación ofrecen, por tanto, una receta teórica para crear canciones que suenen modernas y actuales. Serrà detalla: “Los cambios de acordes sencillos, los instrumentos comunes y el volumen fuerte son los ingredientes de la música actual, realizar estos cambios sobre canciones antiguas puede hacer que suenen a nuevas”. En opinión del investigador, este proceso de homogeneización podría deberse a la fuerza de las modas, ya que “se observa una tendencia a engancharse a la corriente dominante”.16 años escuchando músicaLas piezas analizadas por el equipo de investigación proceden de una base de datos pública de más de un millón de canciones elaborada por la Universidad de Columbia (EEUU), que han sido publicadas entre 1955 y 2010. Las obras responden a un amplio número de estilos como rock, pop, hip hop, metal y electrónica.Dado que una canción dura de media cuatro minutos y que un experto, para poder anotar los parámetros de interés para el estudio, necesita de un mínimo de cuatro escuchas, la investigación hubiera requerido 16 años de escucha, 365 días al año, 24 horas al día.Para Serrà, “Los ordenadores nos permiten escuchar música de una manera que los humanos, simplemente, no podemos”. El trabajo ha contado con la colaboración de investigadores del Centro de Estudios Matemáticos de Bellaterra, y de las universidades de Barcelona y Pompeu Fabra.Joan Serra, Álvaro Corral, Marían Boguña, Martín Haro y Josep Ll. Arcos. Measuring the Evolution of Contemporary Western Popular Music. Scientific Reports. DOI: 10.1038/srep00521
El trabajo completo puede leerse aquí.
sábado, 28 de julio de 2012
Las fuerzas del Imperio
Ayer pasé la noche en Sada - un pueblo costero de la provincia de La Coruña - con unos amigos. Estábamos buscando un sitio donde abrevar y nos decidimos por El Otro. La suerte jugó de nuestra parte porque allí se encontraban tocando unos tíos muy simpáticos llamados The Imperial Surfers. Durante media hora, hasta que se le agotó la paciencia a algún vecino con pocas ganas de jolgorio, fuimos sometidos al imperium de estos dicharacheros madrileños. Pocas opciones al margen del bailoteo más desenfrenado con los ritmos que hicieron furor a principios de los sesenta: surf & hot rod, frat rock, twist, etc.
Cuando hubo que interrumpir la actuación uno de los responsables del bar se hizo con el micro y juró venganza asegurando que los Imperial Surfers volverían a tomar Sada. Espero que así sea.
Durante unos días van a estar tocando por estos pagos - creí entender que su próxima cita, quizá esta misma noche, es Lugo -. Si eres de los que agita la melena al son de bandas como Viscounts, Surfaris, Sandy Nelson y similares, no dudes en ir a ver a este excepcional conjunto. Do the twist!!!
Etiquetas:
conciertos
,
The Imperial Surfers
lunes, 23 de julio de 2012
Jesucristo vs. Superman
Durante
varias semanas los lectores del blog Sound
of the City del Village Voice votaron para elegir
al «músico
neoyorquino quintaesencial». Para la conquista de este pomposo
título se siguió el sistema de eliminatoria directa en rondas
sucesivas. Cada disputa era planteada mediante una entrada en el
blog, en la que al encabezamiento - X vs. Y
- seguía una breve lista de las razones por las cuales cada uno de
los contrincantes merecía el título. A partir de aquí los votos de
los lectores decidían el vencedor.
Ya
en primera ronda se dieron combates insólitos: el «azar» deparó
un interesante Miles Davis vs. Public Enemy. Davis, que había salido
bien parado de su pulso con los raperos de Fight the
Power fue fulminado por Neil Diamond; de igual modo, la
modosita Norah Jones se merendó sin pestañear a otro titán
del jazz: el inefable Thelonious Monk.
Como
se ve en muchos de los comentarios que acompañan a los
enfrentamientos, la clave para la victoria estaba en la sinrazón del
fan, en ese yo por mi vaca sagrada mato que sale a
relucir, por mucho que lo revistamos con alambicados argumentos, cada
vez que alguien se atreve a cuestionarla. Así, basta con que el
número de fans de un músico sea mayor que el de su
contrincante. A pesar de lo arbitrario del sistema, la final enfrentó
a dos de los que, con mucha probabilidad, todos hubiéramos incluido
entre los cinco primeros cabezas de serie: John Coltrane y Lou Reed,
o, como dijo un comentarista del blog, Jesucristo y Superman.
¿Pucherazo?
Poco importa si aceptamos que es la final soñada, el partido del
siglo. Dos figurones, cada uno con su propuesta narrativa ¿A que me
refiero con lo de narrativo? Pues al argumentario esgrimido para
apoyar cada candidatura y que, sin embargo, el sistema de voto
cancela, tal y como ocurre en unas elecciones cuando se vota a las
siglas de un partido político ahorrándose el esfuerzo de leer los
programas de los contendientes. Pero esto, aquí, es algo secundario.
El
autor del blog plantea la competición invitando al debate sobre cuál
de los músicos concurrentes responde al rótulo
«músico neoyorquino quintaesencial». ¿Y qué es eso? Aquí está
el meollo del asunto. Más o menos se trata de juzgar el ajuste de
una persona - de una máscara - a lo que se considera el retrato
robot del perfecto músico neoyorquino. Así, por ejemplo, se define
a Jon Spencer como un candidato que cumple dos de las grandes
tradiciones musicales de Nueva York, a saber: 1) es un muchacho de
Nueva Inglaterra que llega a la ciudad para hacerse un nombre y, 2)
urbaniza el sonido del sur rural de los EEUU.
De
acuerdo, en este momento vislumbramos la propuesta original del
concurso. Necesitamos una narración para cada músico, y esta
narración ha de ajustarse a otra considerada como propia de la
ciudad de Nueva York: la de su músico quintaesencial.
Sin embargo, dada la dificultad de saber qué pueda ser
esa quintaesencia se tratará más bien de elaborar
un paradigma y juzgar en qué medida pueda serle propio a la ciudad.
De este modo cada paradigma sería a su vez una propuesta
de quintaesencia musical neoyorquina.
Avancemos
un poco más. La rival de Spencer, Madonna, es presentada como una
gran estratega a la hora de lograr éxito, sin que sepamos demasiado
bien a qué atenernos para juzgar su neoyorquinidad. El
autor del blog, por obra u omisión, se carga los términos de
comparación entre ambos concursantes.
Chapuzas
al margen, el sorpasso de la ambición rubia podría
justificarse sin dificultad, ya que encarna a la perfección - he
aquí una propuesta narrativa que cualquier participante en la
votación podría formular por si mismo - la mezcla de glamour,
descaro, sofisticación y vulgaridad que bien puede definir otro
paradigma de músico neoyorquino. Juzgaríamos, por lo tanto, la
potencia de dos paradigmas: el «spenceriano» o el «madonniano».
De
este modo, vendrían en nuestro socorro multitud de sobreentendidos,
clichés de los que necesariamente se tendrá que servir todo el que
quiera jugar sin reducir su participación a clicar, sin más, sobre
el nombre del artista del que es seguidor; tanto da que el
participante sea de Nueva York como de San Juan de Paluezas, basta
que maneje con cierta soltura algunos de esos clichés.
Los
criterios que siguen los votantes podrían responder a la potencia de
cada paradigma, pero, si ocurre así, es sólo de un modo secundario,
primando, como decíamos, la fidelidad del fan. En
cualquier caso, lo sustancial aquí es señalar la importancia de la
conformación de un paradigma en la fabricación de ídolos y, por
tanto, el papel fundamental que desempeñan los elementos
extramusicales en la música pop. De esto va el juego.
Etiquetas:
Jesucristo
,
John Coltrane
,
Jon Spencer
,
Lou Reed
,
Madonna
,
Miles Davis
,
Superman
,
Thelonious Monk
sábado, 14 de julio de 2012
Naturaleza y arte
Razonamiento de Don Quijote en conversación con el Caballero del Verde Gabán:
[...] porque, según es opinión verdadera, el poeta nace: quieren decir, que del vientre de su madre el poeta natural sale poeta; y con aquella inclinación que le dió el cielo, sin más estudio ni artificio, compone cosas que hace verdadero al que dijo: est Deus in nobis, etc. También digo que el natural poeta que se ayudare del arte será mucho mejor, y se aventajará al poeta que sólo por saber el arte quisiera serlo. La razón es, porque el arte no se aventaja a la naturaleza, sino perfecciónala; así que, mezcladas la naturaleza y el arte, y el arte con la naturaleza, sacarán un perfectísimo poeta.
M. de Cervantes. Don Quijote de la Mancha. Capítulo XVI de la segunda parte.
Etiquetas:
Don Quijote
,
Miguel de Cervantes
,
negro sobre blanco
lunes, 9 de julio de 2012
Underground
Ourit Ben-Haim es una artista afincada en Nueva York. Actualmente publica un blog con una serie de fotos llamada Underground New York Public Library - la librería pública del metro de NY -, en la que el único requisito para ser incluido es estar en el metro de la ciudad leyendo un libro. El resultado es muy vistoso, tanto por lo variopinto de las lecturas como de los lectores.
¿Y qué tiene esto que ver con la música? Como era de esperar, algunas de las lecturas del metro neoyorquino tocan lo musical. Un viajero lee Love Goes to Buildings on Fire: Five Years in New York That Changed Music Forever, libro en el que Will Hermes relata la intensa actividad musical de la ciudad durante la segunda mitad de la década de los setenta, cuando convivían salsa, punk, no-new york, minimalismo, hip-hop, disco, free-jazz y otros estilos en un periodo sin parangón. Las referencias de Love Goes to Buildings on Fire conforman otro retrato, en este caso sonoro, de esa ciudad-mosaico y son el fondo musical idóneo para darse una vuelta por el blog de Ben-Haim.
Etiquetas:
libros
,
Love Goes to Buildings on Fire
,
Ourit Ben-Haim
,
Will Hermes
martes, 3 de julio de 2012
Sobre plutocizaciones y metrónomos
Estos días he estado
escuchando una compilación de canciones grabadas en los Fame
Studios de Muscle Shoals durante los años dorados del soul:
Candi Staton, Aretha Franklin, Bobby Womack, Al Green, Johnny Jenkins
y toda una larga lista de artistas que nutrieron los catálogos de
sellos como Atlantic, Stax o Capricorn.
A ratos me dejaba llevar
por las sinuosas melodías sincopadas; otras veces me fijaba en detalles - los cálidos arpegios de un Fender Rhodes, la línea del bajo,
el sonido de la batería, los matices que distinguen la voz del
intérprete,...- ; y otras en las letras, tratando de entender algo
con mi rudimentario inglés. La mayor parte de ellas giran en torno
al tópico de las relaciones interpersonales y en general, dentro de
los parámetros de una canción de música pop, superan con creces el
aprobado. Un ejemplo, You Don't Miss Your Water, de William
Bell, quizás más conocida por la versión que The Byrds hicieron en
su magnífico Sweetheart of the Rodeo:
In the beginning
You really loved me
I was too blind
I couldn't see
But now you've left me
Oh, how I cried
You don't miss your
water
Your well run dry
I kept you crying
Sad and blue
I was a playboy
I wouldn't be true
But when you left me
And said bye-bye
I miss my water
My well ran dry
I sit and wonder
How can this be
I never thought
You'd ever leave me
But now you've left me
Oh, how I cried
You don't miss your
water
Your well run dry
You don't miss your
water
Your well run dry
You Don't Miss Your Water fue
grabada en 1961. Algunos años después, en pleno desparrame funk,
este tipo de relaciones parecían haberse vuelto algo más complejas,
por decirlo de algún modo. 1978, Marvin Gaye, A Funky Space
Reincarnation:
2073
2084
2093
Light years ahead
You and me gon be
getting down
On a space bed
We gon get married in
June
We gon be getting down
on the moon
Light years,
interplanetary funk
is gonna get down
Star Wars
interplanetary funk
Still getting down
Music won't have no
race
Only space, Peaceful
space
There is time what a
trip
Step inside my little
ship
I can tell by your way
That you really wanna
stay
In space, funky space
Peaceful space
Terrible place
Wait till I've been
cool
Hey baby, let's get in
the groove
Girl you look like
somebody I met a long time ago
I know I haven't met
you though but
Oooh you look like I
haven't known you for a thousand years
God, just, mmm.. I
don't know what's happening, y'know, but I
I'm really empowered
but every time I be checking you out y'know, my
You give me some other
reaction
But it seems to me
that the reason we together here
is that we supposed to
be together
Come on baby let's go
peace loving
And check out this new
smoke
No this thing I got
It ain't classified as
dope
Smoke I got from Venus
Have had it all week
It's getting old
Come on and try this
new thing with me, baby
It's too cold
Come on now, baby
Let's take off clean
Get in this here
machine
And rocket rocket
rocket rocket
Hey little baby
Let's magnetise
Magnet makes your love
rise baby
Ooh sugar, let's get
some more
Why do I feel like I
been with you before
Shoot me good with the
create gun
Shoot the people and
lots of fun
Everybody created
Time and lots of fun
Let's move the party
over to Star One
Alright everybody,
we're moving now to come in for a landing here in Pluto
Now all of you who
aren't groovay
Send you over to the
Plutotarium to be Plutotized
Know that that you dig
that
And the rest of the
group, I know y'all gon' have a ball
But hey, little miss
birdsong! Come here
You follow me
Come on baby come on
down
Razzmattazz and all
that jazz
Come on baby come on
down
Let's razzmattazz and
all that jazz
Let's plug ourselves
in this machine in the ground
Let's touch each other
and feel each other down
Let's razzmattazz and
all that jazz
Say, we need to say
what we mean
Plug our hearts into
the, the real machine
Let's razzmattazz and
all that jazz
Let's see if we play,
babe
Happiness around
Let's touch each other
Let's feel each
other's ass
Let's razzmattazz, all
that jazz
Let's razzmattazz and
all that jazz
Says yeah
Let's razzmattazz and
all that jazz
Says yeah
Let's touch each other
Let's feel each
other's ass
Let's razzmattazz, all
that jazz
Stop
Well it's been a
fantastic trip, baby
Y'all cut it out
Get another load of
funky four
Funky four
Everybody get your
hands together
We be right here on
time
You better count down,
Zac
You ready?
One, fun
Two, you
Three, me
Four, more
Five, no jive
Six, no tricks
Seven, we in heaven
Eight, everything is
straight
Nine, fine
Ten, next week
We'll do it again
De la metáfora del pozo
seco al hedonismo intergaláctico y las plutocizaciones en
el Plutotarium (¡¿?!).
Cuántas veces se habrá lamentado uno de no poder entender la letra
de las canciones que escucha, para acabar, como en el relato de
Truman Capote, llorando por las plegarias atendidas.
En su libro Diarios de bicicleta David Byrne da cuenta de una conversación mantenida en una situación que recuerda a aquellos chistes que comenzaban con un «van un inglés, un alemán y un...». Tras el intercambio de impresiones Byrne reflexiona sobre la relación casi deportiva que su interlocutor alemán tiene con la música - un amante del techno para el que discoteca y gimnasio son prácticamente intercambiables - y pasa a describir la suya del siguiente modo:
En mi caso, ¿para qué me sirve la música? Bueno, a mí también me gusta bailar con música, aunque los ritmos más sincopados - funk, latino, hip-hop, etcétera - me mueven más que el martilleo metronómico y repetitivo de la música house o techno. Creo que los ritmos sincopados "activan" simultáneamente diferentes partes del cuerpo (y de la mente) de otra manera, y que el placer que deriva de ese palimpsesto de ritmos actúa como una metáfora biológica: una metáfora y un reflejo de los ritmos y procesos sociales y orgánicos que nos hacen disfrutar. No creo que sea música ligada a un contexto específico. Puedo usarla para bailotear en mi estudio o para menear la cabeza en el metro, escuchándola en un iPod. La mayoría de las veces, cuando la escucho en lugar de bailar con ella, elijo música cantada, ya que encuentro que el arco de una melodía, combinado con armonías y pulsación rítmica, puede resultar increíblemente emocionante y envolvente. Esto es lo que llamamos canciones. A veces la letra ayuda también, pero muchas veces me tragaré una mala letra si el resto funciona.
A Funky Space
Reincarnation es una de esas canciones.
El texto de Byrne trata no sólo sobre diferentes niveles de escucha y usos musicales o sobre la relativa importancia de las letras de una canción, también muestra su preferencia por un tipo de música que no agota su potencial en lo rítmico, hasta el extremo de ir poco más allá de lo que pueda ofrecer un metrónomo.
El texto de Byrne trata no sólo sobre diferentes niveles de escucha y usos musicales o sobre la relativa importancia de las letras de una canción, también muestra su preferencia por un tipo de música que no agota su potencial en lo rítmico, hasta el extremo de ir poco más allá de lo que pueda ofrecer un metrónomo.
Etiquetas:
David Byrne
,
Marvin Gaye
,
Muscle Shoals
,
negro sobre blanco
,
William Bell
miércoles, 2 de mayo de 2012
Pólvora del Rey
En esta entrevista publicada en el magazine Jot Down, Diego A. Manrique opina sobre el panorama musical televisivo y nos advierte de que cuando se trata de dinero público lo mejor es apuntarse a la caza mayor:
¿Ves un poco deprimente el panorama musical televisivo? Apenas quedan programas de renombre sobre música, los conciertos de Radio 3 y ya…
Ya, pero bueno, forma parte del empequeñecimiento de la televisión pública y la falta de respeto. Por pura necesidad periodística deberían cubrir lo que está pasando en el país. Por ejemplo, uno de los tesoros de Televisión Española es el archivo. Cualquier documental que quieras hacer, cualquier elemento, lo tiene el archivo de TVE. Lo bueno de estar en Prado del Rey es que si eras un friki te dejaban hacer: había mucho margen. Con la entrada de las privadas cambia la mentalidad. En los 90 les hacía propuestas de programas musicales baratos y no me daba cuenta de lo errado que estaba: en un programa barato no se puede robar. No puedes colocar a tus amigos, amantes, a tu hijo. Hubiera sido más fácil vender un programa caro como hizo Miguel Bosé con Séptimo de Caballería. Tardé muchos años en darme cuenta.
Etiquetas:
Diego A. Manrique
,
Jot Down
,
Miguel Bosé
,
ráfagas
,
Televisión
viernes, 16 de marzo de 2012
Música doméstica
De repente, bajo la ducha, escucháis por la radio una vieja canción e incluso el cuerpo fatigado recupera la alegría y el confort. El milagro de la música ligera es su capacidad literalmente infinita de combinar letras y ritmos, de Cole Porter a Armando Manzanero. Es una forma musical predestinada a aterciopelarnos un instante de la existencia, vinculada a la textura de los afectos domésticos y de las nostalgias lícitas.
Valentí Puig. Cien días del milenio. Barcelona, Ediciones Península, 2001.
Etiquetas:
negro sobre blanco
,
Valentí Puig
De la melodía al ritmo
Se podría decir que a partir de la pasada década de los ochenta la melodía va perdiendo peso por la creciente importancia de la imagen para la música pop, la de los videoclips para la imagen, la de las coreografías para los videoclips y la del ritmo para éstas.
Esta caída se puede interpretar como degeneración si se adopta cierto punto de vista de la Academia - es decir, el ámbito de la, mal, llamada música "culta"- que privilegia armonía y melodía en detrimento de un ritmo que podría, incluso, inducir a la audiencia a bailar, contrafigura de la escucha estática y extática que propicia la música más excelsa, que es la que estimula (sólo) el intelecto.
El caso es que los puestos altos de las listas de éxito están generalmente copados por canciones con melodías simples en las que el meollo está en el ritmo, pero ni siquiera un ritmo fluido, como el que pueda vincularse con determinadas músicas caribeñas, por poner un ejemplo, sino una rítmica casi marcial, a machamartillo, como la del exitoso reggaetón.
De Dionne Warwick hemos pasado a Rihanna, de Nino Bravo a Pitbull - salto éste similar al que hay entre el sapiens y el australopiteco en la escala evolutiva - y por el camino se han ido quedado los Augusto Algueró, Burt Bacharach, Holland & Dozier, Dan Penn, etc. y un modo de entender la música cuyo hipocentro estaba en las canciones.
Etiquetas:
Augusto Algueró
,
Burt Bacharach
,
Dan Penn
,
Dionne Warwick
,
Holland + Dozier
,
Nino Bravo
,
reggaetón
,
Rihanna
lunes, 13 de febrero de 2012
Música y ruido
Pero una vez inscrito en la estructura del ADN, el accidente singular, y como tal esencialmente imprevisible, va a ser mecánica y fielmente replicado y traducido, es decir, a la vez multiplicado y transpuesto a millones o a miles de millones de ejemplares. Sacado del reino del puro azar, entra en el de la necesidad, el de las certidumbres más implacables. Pues la selección opera a escala macroscópica, la del organismo.
Muchos espíritus distinguidos, aún hoy, parecen no poder aceptar ni incluso comprender que de una fuente de ruido la selección haya podido, ella sola, sacar todas las músicas de la biosfera. La selección opera, en efecto, con los productos del azar, y no puede alimentarse de otra forma; pero opera en un dominio de exigencias rigurosas del que el azar es desterrado. De estas exigencias, y no del azar, la evolución ha sacado sus orientaciones generalmente ascendentes, sus conquistas sucesivas, el despliegue ordenado del que parece darnos la imagen.
Etiquetas:
Jacques Monod
,
negro sobre blanco
,
ruido
Suscribirse a:
Entradas
(
Atom
)