Habiendo mirado estas cosas estupefacto, cuando me rehíce, dije: "¿Qué es esto?, ¿qué es este sonido tan grande y dulce que llena mis oídos?". "Este es - dijo- aquél que se produce por el impulso y movimiento de las propias esferas, descompuesto en intervalos desiguales, pero definidos regladamente en partes proporcionales y que, temperando lo agudo con lo grave, produce afablemente diversas consonancias. Pues, tan grandes movimientos no pueden ser incitados en silencio, y la naturaleza hace que los extremos de una parle suenen graves, de la otra parte en cambio agudos. Por cuya razón, aquella esfera estelífera más alta del cielo, cuya conversión es más rápida, se mueve con un sonido agudo y claro, en cambio, esta lunar e ínfima, con uno muy grave. Pues la tierra, la novena, permaneciendo inmóvil en un solo sitio, siempre está fija ocupando el lugar medio del mundo. Mas aquellas ocho esferas, entre las cuales la misma fuerza tienen dos, producen siete sonidos distintos en intervalos, el cual número es casi el nudo de todas las cosas. Hombres doctos, habiendo imitado esto con cuerdas y cantos, abrieron para sí el regreso a este lugar, así como otros que de prestantes talentos cultivaron en la vida humana divinos estudios. Los oídos humanos llenos con este sonido ensordecieron; y ningún sentido está en vosotros más embotado, así como el pueblo que vive junto a ese lugar donde el Nilo se precipita desde altísimos montes a aquellas que se denominan Catadupta, debido a la magnitud del sonido carece del sentido auditivo.
Marco Tulio Cicerón. El sueño de Escipión. Trad. de Benedicto Chuaqui.