lunes, 12 de febrero de 2018

Mena y ganga.




"Arrojo la toalla, no participo en más subastas". "Pasa lo mismo aquí, alguien ha pujado hasta 112 € por una reedición de Ballads de John Coltrane, ¡una reedición que no vale más de 25-30 €!"."En los últimos años esto se ha puesto imposible". 

Son mensajes recogidos en un foro de aficionados al jazz. Abundan los comentarios sobre el mercado de segunda mano. Con la moda del vinilo proliferan nuevas editoras de reediciones analógicas, que compiten con las facsimilares. Pero los precios son altos. Las más asequibles están alrededor de los 35 €, siendo la media de unos 55 €, a lo que generalmente hay que añadir los gastos de envío. Así que estos coleccionistas acostumbran a echar las redes en ebay y en tiendas de segunda mano en busca de saldos. Pero las cosas se han empezado a complicar a medida que el vinilo ha ido convirtiéndose en objeto de culto. No hablo de discos de culto, si no de culto al disco. La mayor demanda ha elevado el precio y apenas se encuentran gangas.

La alianza entre el sistema de subastas y las webs que proporcionan datos en tiempo real sobre el precio de cada disco ha hecho que las tiendas de oportunidades hayan dejado de serlo. O mejor dicho, hay oportunidades, pero con discos cuya demanda es mucho menor. Los discos más apreciados salen de las cubetas pasando a la tienda digital, donde son subastados.

Alguien podrá objetar que estos discos salen a subasta con precios irrisorios y por lo tanto esa información sobre su valor es irrelevante. Pero aquí es donde viene el aspecto más polémico: por lo visto, determinados vendedores de ebay tienen perfiles "falsos" o "amigos" cuya misión es elevar fraudulentamente el valor de las pujas.

(El texto vale para los coleccionistas españoles si obviamos lo referente a las tiendas convencionales)

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