lunes, 23 de febrero de 2009

Faustakraut pasta (IV)


Can’t get no satisfaction? All you need is Faust.

En el capítulo anterior de esta serie vinculé a los Beatles con Faust de una manera un tanto caprichosa, pero la verdad es que hubo un momento en el que sí se estableció una relación entre ambos, tan remota como significativa.


En Why don’t you eat carrots, corte de inicio de Clear, el primer disco de Faust, se escuchan, como tomadas de una emisión de radio y de forma sucesiva, un par de compases de I can’t get (no) satisfaction y otro par de All you need is love. En un breve lapso, la música de Beatles y Stones es sepultada por un par de arreones de feedback; a continuación suena una secuencia de notas de piano y, acto seguido algo que, a falta de una etiqueta más inspirada, se podría definir como pop cubista. El propósito de Faust quedaba establecido en este antílogo sonoro.

El periodista y productor Uwe Nettelbeck, animado por Kurt Enders, A & R de Polydor en Alemania, quién tenía la convicción de que existía un espacio para la nueva música alemana en la esfera del rock internacional, juntó a una serie de músicos en un estudio construido a la sazón en Wümme, una ciudad situada entre Hamburgo y Bremen.

En palabras del propio Nettelbeck:
La idea era no copiar nada de lo que estaba ocurriendo en la escena rock anglosajona – y funcionó. Faust me gustan más que The Beach Boys, The Velvet Underground o los primeros Mothers debido a que su música no es sólo un “producto industrial”.

"Ellos no son “profesionales” en ese sentido – sólo intentan ser ellos mismos y no hacer otra cosa que no sea su propia música. Siempre me ha gustado la idea de editar discos que careciesen de un acabado convencional en términos de producción pero con esa particular sensación de espontaneidad que echo de menos en el negocio. En otras palabras: los discos deberían sonar como bootlegs, como grabados por alguien que acudiera a un ensayo o una improvisación y posteriormente montase el resultado de modo incoherente.
Los dos insertos que abrían el primer corte del disco no eran, por tanto, una mera cita o algo casual, sino una concisa declaración de principios: superar el carácter mimético del grueso de los grupos alemanes contemporáneos. El primer paso consistía en darle la extremaunción al canon rock.

Nettelbeck eludía cualquier comparación estilística para poner el énfasis en el objetivo: mientras los tres grupos que menciona rendían "productos industriales", lo de Faust era concebido más como un work in progress para el que la edición de un disco no constituía tanto un fin como un hecho testimonial.


La prueba incontestable de esta afirmación es The Faust Tapes, un surtido de maniobras orquestales caseras editado en 1973 por Virgin al más que módico precio de cuarenta y nueve peniques – ese año se vendieron cincuenta mil copias; más tarde se supo que la jugada fue rentable para la compañía, aunque en su momento pareciera un suicidio económico -. Según cuenta Julian Cope en Krautrock Sampler, los chicos que formarán años después The Simple Minds se deshicieron de sus copias de The Faust Tapes arrojándolas desde el tejado de su apartamento, hecho que basta para acreditar la gran calidad del disco.


Continuando con las palabras de Nettelbeck, si bien es cierto que Faust no parecían muy interesados en el acabado de sus grabaciones, sí que hay influencias anglosajonas en su música, concretamente de los grupos a los que Nettelbeck hace alusión.

Ya destacamos la importancia de Stockhausen en la segunda entrega de Fastakraut Pasta. El músico alemán había estado trabajando en 1952 junto a Pierre Schaeffer, pionero de la música concreta cuya influencia en el ámbito del rock ya diera sus frutos en 1966, año de la edición de Freak Out, primer disco de The Mothers of Invention, el grupo del californiano Frank Zappa, un referente para los alemanes.

También la sombra de The Velvet Underground planea sobre Faust. Julian Cope insiste en la fascinación de éstos por Andy Warhol y la escena experimental neoyorkina. En 1972, Tony Conrad, el que fuera componente de The Dream Syndicate junto a John Cale y La Monte Young, se desplazó a Wümme para grabar Outside the Dream Syndicate junto a tres componentes de Faust. En Krautrock Sampler Zappa aparece citado junto a The Fugs como una de las influencias más notables en el underground germano de finales de los 60, si bien Cope muestra ciertas reservas hacia la música del primero.


En cuanto a los Beach Boys, Nettelbeck era fan suyo, o al menos eso afirmaba en el inserto de Clear;..., pero hay un mundo entre el sonido de los broncíneos chicos de la playa y el de los kraut freaks de la gélida Wümme, al menos hasta que Brian Wilson renunció a las giras para ejercer de Crusoe en su estudio, transmutando el pop pueril de sus primeras obras en gospel de retórica lisérgica.


Otras influencias podrían ser las de Roxy Music o bandas del sonido canterbury como The Soft Machine. En cualquier caso es bastante patente que Faust no estaban creando ex nihilo, pero eran tan singulares que casi lo parecía.


(En la foto se ve a Nettelbeck manipulando la consola junto a los componentes de Faust).

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