lunes, 18 de febrero de 2013

Tradición del ritual cristiano.


Egeria fue una monja peregrina de origen hispano, nacida con bastante probabilidad en la provincia de Gallaecia. Entre los años 381 y 384, aproximadamente, viajó a los Santos Lugares, experiencia que recogió en el denominado Itinerarium Egeriae, el primer estudio etnográfico centrado en la descripción de la liturgia cristiana. 

Es de interés la continua alusión a los salmos, himnos y antífonas que formaban parte del rito, si bien la autora no precisa sus particularidades. La ejecución de estos cantos parte de una fórmula sencilla, cercana al recitado, derivando en formas cuya complejidad dependerá tanto de la ocasión - calendario cristiano - en la que se interpreten como de la parte del ritual en el que se inserten - Ordinario o Propio de la Misa, por ejemplo -.

Con la introducción de los sistemas de notación, sobre todo a partir de los diastemáticos en el siglo IX, se entrará en una nueva etapa de vertiginosos cambios que comenzará con el uso de la polifonía - cuyo desarrollo es simultáneo en manifestaciones musicales profanas como la Rota de Reading - y desembocará en un siglo XVIII en el que estarán ya perfiladas la mayor parte de las formas musicales del llamado período de la práctica común.

Lo importante es destacar que en el momento del que da testimonio el Itinerarium de Egeria se están ya fraguando las formas musicales que serán soporte de toda una evolución que se prolongará durante quince siglos. De esas primitivas antífonas, ejecutadas, por ejemplo, en el Introito de la Misa se llegará a los introitos de las Misas barrocas de Palestrina y, más acá, a obras como la Missa Solemnis de Beethoven.